Esther, una
chica de 16 años, ha recibido algunas burlas sobre su cuerpo, y su grupo de
amigas, más o menos de la misma edad, también sufre el mismo tipo de ataques:
“Que tienes demasiado de esto”, “Que te falta algo por aquí”, “nunca le vas a
gustar a nadie” y cosas por el estilo; así que ella se pregunta ¿Qué está mal
con mi cuerpo? Que responde Aurelius
Querida
Esther,
Imagina un hermoso jardín lleno de flores de diferentes colores, formas y fragancias. Cada una de estas flores es única y especial. Al igual que en ese jardín, todas las flores son lindas, pero cada persona las mira con los lentes de sus predilecciones. Así, tu cuerpo, al igual que todos los cuerpos, son como una de esas flores, únicos y hermosos, cada uno tiene su propio esplendor.
Sin embargo, al igual que una flor necesita un ambiente adecuado para florecer y manifestar todas las maravillas de su interior, tú también necesitas un entorno que te nutra y te permita crecer, fuerte y bella. Las burlas y el acoso continuo son como malezas que impiden que tu belleza y confianza florezcan plenamente.
Entiendo que el acoso ha logrado plantar en tu mente una imagen negativa, una visión distorsionada de ti misma. Pero debes recordar que esa imagen no es la realidad, sino el reflejo de las palabras hirientes que te han dicho. Creer en esas palabras es permitir que las malezas ahoguen tu verdadero ser.
Eres mucho más que la apariencia física que algunos intentan menospreciar. Eres una persona llena de cualidades, talentos y sueños. No permitas que las opiniones superficiales de los demás definan tu valor y tu autoestima.
Así como cada flor necesita cuidado, atención y amor para crecer, tú también mereces rodearte de personas que te aprecien, te valoren y te acepten tal como eres. Busca aquellos que te inspiren a ser la mejor versión de ti misma y que te ayuden a construir una imagen positiva de ti misma.
Recuerda, querida Esther, que eres una flor única y hermosa en este vasto jardín de la vida. Permítete florecer, deshazte de las malezas que intentan ahogar tu luz y cultiva el amor propio. Cuando aprendas a amarte y aceptarte plenamente, descubrirás la belleza que hay en tu interior e irradiarás una confianza que nadie podrá apagar.
No dejes que las opiniones negativas te definan. Eres digna de amor, respeto y felicidad. Cree en ti misma y date la oportunidad de brillar en todo tu esplendor.
Con cariño,
Aurelius

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